
09 Feb Paredes de ladrillo visto, la última tendencia en reformas
Las paredes de ladrillo visto se han convertido una opción a tener en cuanta para la decoración de todo género de residencias y estancias de los estilos más diferentes. Resultan atractivísimas por las texturas y tonalidades que aportan y se transforman en una señal de elegancia y personalidad. La clave de esta solución constructiva es que consigue que cualquier residencia adquiera una personalidad única. ¡Sigue leyendo para saber más sobre esta nueva tendencia en reformas del hogar!
Característica de esta reforma para viviendas
Es esencial apuntar que las paredes con ladrillo visto no son simplemente recubrimientos con aspecto de ladrillo, sino paredes originales de ladrillo, que pueden estar de forma directa a la vista en las edificaciones viejas o bien ser recuperadas tras una reforma integral. Es una tendencia de decoración tomada de los lofts neoyorkinos que se creaban en viejos espacios industriales.
La primero que debes pensar para hacer esta reforma es exactamente en qué paredes dejar los ladrillos a la vista. Lo más frecuente es hacerlo en las paredes de carga. Para ello, tendrán que limpiarse por completo de pintura, yeso y cualquier otra cobertura que tengan. Una vez hecho eso, va a haber que revisar el estado de los ladrillos, en tanto que pueden presentar desperfectos inopinados que va a haber que solventar. Cabe nombrar que los ladrillos de las residencias más modernas acostumbran a estar amontonados de forma más ordenada y homogénea que los de las residencias viejas.
Por otro lado, hay que tomar en consideración que posiblemente al sacar los ladrillos a la vista empeoremos levemente el nivel de aislamiento de la pared. Por ese motivo es conveniente sacar los ladrillos solo en paredes interiores y confiar este trabajo a una empresa de reformas con experiencia en este tipo de obras.
La mejor opción es dejar este recurso ornamental para las estancias de mayor tamaño (salón, cocina, etcétera) y en residencias de estilo industrial o bien vintage. Del mismo modo que podría ser buena idea pintar los ladrillos de un color levemente más claro: de esa forma sostenemos el estilo que hemos escogido y prevenimos que el entorno final resulte estresante o bien opresivo.
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