¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de limpiar cristales?

23 Ago ¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de limpiar cristales?

Como empresa de servicios de limpieza especializada en la limpieza de oficinas y comunidades de vecinos, realizamos todas las taeras de limpieza necesarias en un edificio. Y entre ellas se incluye la complicada labor de limpiar cristales. ¿Sabías se trata de uno de los trabajos de limpieza en los que se cometen más errores?  ¿Adivinas cuáles son aquellos fallos que más se repiten en el momento de limpiarlos? Desde Reformas La Paloma los desvelamos aquí.

Fallos más repetidos al limpiar cristales

Una de las malas costumbres menos aconsejables en la limpieza de cristales es la de echar mano del papel de periódico como medio para  secar las ventanas tras aplicar el producto de limpieza. Seguro que lo has hecho alguna vez o has visto a alguien hacerlo, pero no debes repetirlo jamás. Ya que el papel desprende celulosa que podría dejar los cristales mucho peor que antes de limpiarlos.

No cojas cualquier palo, lo ates a un paño y empieces a limpiar. Esto, además de ser cutre, es inservible.  Existen herramientas especiales para extender y para retirar el producto limpiacristales de una manera cómoda y segura. Una opción alternativa son los famosos paños de microfibra.

Otro error común es limpiar las ventanas de abajo hacia arriba. La forma correcta es justo al revés, de arriba abajo a fin de que las gotas del producto limpiador caigan y puedan suprimirse de una única pasada o bien dos como mucho.

En lo relativo al alféizar de la ventana, la suciedad tiene que retirarse ya antes de limpiar los cristales. Si lo haces al revés, lo más probable es que la suciedad exterior vuelva a manchar los cristales. Evita igualmente los antídotos caseros por el hecho de que pueden terminar por dañar la superficie.

Por último, el error más repetido es limpiar las ventanas sin ser profesional. Si este trabajo es realizado por manos inexpertas, puede salir bien, pero lo más probable es que sea un desastre. Obligándote a llamar a una empresa de limpiezas a la desesperada.